Los Primeros Años...

Marzo de 1964. Raúl Agüero tenía 15 años, y era scout de la Tropa Kona Kantufe en la localidad de San José de la Mariquina.  Ese año había llegado  estudiar a Valdivia. Aquí, junto a Roberto Matamala, Ricardo Montes y Jorge Vío crearon la patrulla Pumas como una forma de seguir ligados al Escultismo. Todos residentes del sector regional, calle Eleodoro Yañez, y  sus aledañas. Esta patrulla seguía perteneciendo a  la Tropa Kona Kantufe, y realizaba sus  actividades de acuerdo al programa de dicha Tropa, registrada en el Distrito Araucanía de San José de la Mariquina,  y perteneciente a la Federación de Scouts  Católicos  de Chile. 

   En Febrero de 1965,  en una reunión  de los Jefes de Tropa de dicha localidad,  se decidió que era mejor formar una Tropa propiamente tal en la ciudad de Valdivia, con autonomía de la Tropa Kona Kantufe.  Solicitaron la participación del sacerdote mercedario recién llegado a Valdivia, el Padre Oscar Camilla G. en calidad de capellán. Escogieron de común acuerdo el nombre de Tropa Cruz del Sur, y se formaron dos patrullas: los Pumas y las Aguilas. Raúl Agüero asumió como Jefe de esta Tropa.  Fijaron como punto central de reunión , el garaje de la casa  mercedaria en Valdivia, en la calle Eleodoro Yañez Nº 1617, en pleno barrio regional.

   En la medida que más muchachos se fueron interesando,  surgió la   Patrulla Castores, y de ésta posteriormente  se formaron las patrullas Buhos y Buffalos.  Le siguieron las Patrullas  Mangostas  y Guepardos.  Durante  los años 1964 a 1967 la tropa no contó con un lugar propio para reunirse, y por lo tanto los locales de patrullas se encontraban  en las casas de los propios  Guías de Patrulla. En 1968, la Tropa se concentró  en la Iglesia La Merced  de calle Bueras, donde se habilitaron los locales para las patrullas Mangostas, Búhos , Búffalos y posteriormente Guepardos.  La alta Patrulla funcionaba en el garaje en la casa del Padre Oscar, donde también se habilitó una biblioteca de Tropa.

   La Tropa Cruz del Sur  llegó  a ocupar antiguas y derruidas piezas de la Iglesia, en 1968.  Allí se establecieron las patrullas Mangostas Búhos,  y los Buffalos, que habilitó su local en un pasillo.

   De las anécdotas más recordadas de esta instalación,  está el hecho sucedido cuando las patrullas comenzaron a estructurar sus locales, dado que entre los muchos trastos, se encontraron 5 sacos que contenían marmitas militares americanas dejadas allí por quienes trabajaron con la comunidad en los días del terremoto. Los scouts procedieron a limpiarlas, vender la mayoría, dejando para las patrullas las que pudiesen servir en campamento. Muchos años nos acompañaron estas marmitas,  sirviendo para calentar a agua y preparar comida en campamentos.

   Una  tarea  complicada le tocó a la Patrulla Buffalos, que por el hecho de tener que habilitar su local en un pasillo, procedió en una tarde, a trasladar montada en un patín viejo, una mesa de ping- pong que estaba en el local de alta patrulla en la casa mercedaria, y que sirvió para levantar la pared divisoria del local.  

   La Tropa participa por primera vez en un campamento nacional en Abril de 1969, en el Canapa II en Panimávida, y luego en 1972 en el Canapa III en la localidad de Traiquén. 

 EL sábado 4  de octubre de 1969, a las 15.00 Hrs. se había reunido la Alta Patrulla, en su local. Este era una pieza que mantenía el Padre Oscar  aledaña a la residencia de los Mercedarios, en la calle Eleodoro Yañez Nº 1617 del barrio  regional.  Serían ya poco más de las 16.00 Hrs.  de un día asoleado pero de tenue temperatura, cuando en medio de la reunión, que por lo demás estaba resultando bastante desordenada, ya que no había ningún Jefe  presente, hace su aparición el Padre Oscar con su clásica chaqueta de cuero negra,  a contar las buenas nuevas.

 Recién había concluido un curso de Información Scout  (así se le llamaba al curso de iniciación para la formación de nuevos dirigentes en la Federación de Scouts Católicos).  En  este curso, dictado en la Casa de Ejercicios del Obispado  se habían formado las primeras dirigentes para desarrollar una Manada de Lobatos. Por esta razón, a contar de esta fecha, ya no seríamos sólo una Tropa Scout, sino que por  iniciar la continuidad del Método nos convertíamos en Grupo Scout. 

 Los Lobatos también usarían un pañolín de color azul, y al   momento de hacer su Promesa se le incorporaría una cinta de color rojo. Se diferenciaría así la Promesa de Lobato, de la Promesa Scout que mantendría las dos franjas rojas, al tiempo de que ambos compromisos quedarían grabados en el pañolín de Grupo. Esa tarde se decidieron estas normas. 

*Texto escrito por Delfín Vivaz